Batería de Castillitos

La batería de Castillitos se encuentra situada en Cabo Tiñoso, en la zona de poniente de la costa de Cartagena, cerca de La Azohía y del poblamiento del Campillo de Adentro. Un paraje dominado por acantilados y montes escarpados, entre los que se alternan sucesivas calas: al oeste del cabo, Cala Cerrada y Cala Abierta, y al este, Cala Majorra, Cala Salitrona y Boletes.

La construcción de la batería, sobre una cota de 257 m., en la llamada Loma de Los Castillitos, se lleva a cabo entre los años 1933 y 1936, dentro del Plan de Primo de Rivera (Plan de Defensa de 1926). Las obras de explanación dan comienzo el 16 de septiembre de 1929, bajo las órdenes del coronel de ingenieros Mariano Campos, siguiendo el proyecto realizado por el capitán Nicanor Martínez Ruiz.

Operarios

Trabajadores y operarios.

Explandando el terreno.

Desmonte del terreno.

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Las primeras obras de consideración fueron el acondicionamiento de caminos.

CT-036

Maquinaria y obreros.

Construcción de la batería.

Construcción de los edificios.

Construcción de la batería.

Construcción de los edificios.

Construcción de la batería.

Construcción de los edificios.

Construcción de la batería.

Levantamiento de muros de mampostería.

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Obreros en plena faena.

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Construcción de un pozo para la ubicación de una de las piezas.

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Construcción del pórtico de entrada a los pozos.

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Construcción del pórtico de entrada a los pozos.

En dicha explanada se montan a barbeta dos de los cuatro cañones Vickers de 38’1, modelo 1926, fabricados en Sheffieid (Inglaterra), para proteger la base naval de Cartagena. Los otros dos se emplazan en el monte de Cenizas.

Estas piezas tendrán un alcance de 35.000 m., lanzando un proyectil de acero con un peso de 885 Kg, bien perforante con 18 Kg. de TNT, o de alto explosivo con 76 Kg. del mismo material. El traslado de estos proyectiles desde las chilleras hasta los pozos se hace a través de una red de railes.

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Pozo de una de las piezas.

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Los pozos se acondicionan con hormigón y cantería. Después se establecerán los elementos mecánicos que mueven las piezas.

Dado el peso y dimensiones de los diversos componentes que componen las piezas, tienen que llevarse a cabo una serie de obras previas como la construcción del muelle de La Azohía, proyectado por el capitán de Ingenieros Manuel Duelo Gutiérrez. Este espigón portuario queda finalizado el 27 de septiembre de 1931 y permite a la grúa Sansón, auxiliada por el remolcador El Gaditano, realizar las operaciones de descarga de material.

Grúa Sansón. Actualmente la podemos ver en una redonda de Santa Lucía.

Grúa flotante Sansón. Actualmente la podemos ver en una redonda viaria de Santa Lucía, camino de La Cortina.

La grúa Sansón maniobrando con uno de los cañones de 38'1

La grúa Sansón maniobrando con uno de los cañones de 38’1.

También es necesaria la construcción de una carretera de 9 Km. de longitud con amplias curvas y suave pendiente que permita a una locomóvil, apodada La Cotorruela, remolcar los pesados tubos de 80 Tm y 17 m. de longitud. El camino se completa con otro auxiliar para suministrar arena desde Cala Salitrona hasta la obra.

La Cotorruela era una especie de tractor o apisonadora, una locomóvil que funcionaba por vapor de agua a presión, y en este caso se le llamó con este apodo porque el especialista y conductor de esta máquina era el Maestro Cotorruelo.

La Cotorruela era una especie de tractor o apisonadora, una locomóvil que funcionaba por vapor de agua a presión, y en este caso se le llamó con este apodo porque el especialista y conductor de esta máquina era el Maestro Cotorruelo.

Las dimensiones del proyecto supone una amplia oferta de trabajo que administra la Comandancia de Ingenieros de la Plaza, saliendo a pública subasta la ejecución de determinadas partidas. Estas ofertas suponen una estimable ayuda para la economía de la zona.

El 27 de febrero de 1935 da comienzo el transporte de material.

Descarga de material en La Azohía.

Descarga de material en La Azohía.

Descarga de material en La Azohía.

Descarga de material en La Azohía.

Descarga de material en La Azohía.

Traslado de las piezas móviles del 38’1.

Descarga de material.

Descarga de material.

Descarga de material.

Las dos piezas de 38’1 esperan a ser trasladadas. Mientras, los operarios montan los railes por donde se desplazarán.

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Operarios junto a una de las grúas utilizadas para mover las pesadas piezas.

Descarga de material.

Transporte de diverso material sobre railes recuperables.

Locomóvil

Las locomóviles y un tractor semioruga tiran de una de las cañas de 38’1 que serán montadas en Castillitos.

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Las piezas de gran tonelaje circulaban sobre una vía de 150 m. que, desmontada la parte recorrida, pasaba a ser colocada delante.

Al comenzar la Guerra Civil, la batería está casi terminada, a falta del montaje de la dirección de tiro y el telémetro, y sin realizar la prueba de explanada (operación que consistía en realizar varios disparos con distinta elevación y dirección para comprobar los anclajes de la pieza). A pesar de no estar plenamente operativa tiene un importante papel en la disuasión de los ataques navales. El 25 de abril de 1937 hacen acto de presencia los cruceros de la Escuadra Nacional Canarias, Cervera y Baleares. Cuando el Canarias entra en la zona de batida, la primera pieza de 38’1 realiza su primer disparo contra este navío, el cual, al comprobar la caída de semejante proyectil en sus inmediaciones, decide no presentar combate dada la superioridad del armamento de Cabo Tiñoso.

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Disparo de una de las piezas Vickers 38’1 montadas en Castillitos.

Cada pieza necesitaba de 15 a 20 sirvientes.

Cada pieza necesitaba entre 15 y 20 sirvientes.

En 1945 recibe la denominación de Batería C-1 y en 1949 se instala una moderna dirección de tiro, marca Costilla. Para facilitar las mediciones de distancias a la nueva dirección de tiro se tienen que construir una serie de puestos grafométricos que enlazan por cable subterráneo, o submarino, con el telémetro de Gran Base. Uno de ellos es el de La Aguja, conocido por La Casa del Comandante.

El conjunto de la batería presenta cinco tipo de construcciones:

  1. Pórtico de entrada a los fosos de las piezas. De estilo historicista, imitación de castillo medieval con cubos almenados enmascarando los accesos, que apuntan formas de arcos de medio punto. Torrecillas almenadas semicilíndricas enmarcan el ingreso principal. Decoración de arquillo ciego y ventanas abocinadas. Paramentos de mampostería de piedra irregular.
  2. Túneles y estancias que forman dichos fosos para cada pieza con muros y bóvedas de hormigón armado. Para cada pieza existen las siguientes estancias: sala de máquinas, chillera de proyectiles, depósito de pólvora, cámara de carga y almacén de repuestos. Además está la estación central de dirección de tiro. Cuenta también con una salida subterránea de emergencias que lleva al exterior por el monte.
  3. Talleres generales de la batería con fachadas imitación al neoclásico.
  4. Puestos de mando, telemétrico y observación semienterrados y con sus partes emergentes mimetizadas con el entorno.
  5. Edificios sueltos para alojamiento, vida y servicios al personal destinado como residencias de oficiales y suboficiales, dormitorios para la tropa, cocina, comedor, aljibes, instalaciones deportivas, cantina, sala de lectura, sala de juegos, etc.
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Construcción del pórtico de entrada a los fosos de los cañones y a la Dirección de Tiro.

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Pórtico de entrada a uno de los fosos subterráneos.

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La construcción sigue un estilo historicista imitando un castillo medieval.

La batería de Castillitos se complementa con la batería secundaria situada en la loma de Jorel, en una cota de 218 m. Construida entre 1929 y 1933 y artillada con 4 cañones Vickers de 15’24, modelo 1923, de un alcance de 21.200 m. Los días 6 y 7 de marzo de 1939, sublevada contra el Gobierno de la República, esta batería realiza un total de 51 disparos contra la de La Parajola.

Jorel

Uno de los edificios que forman parte del conjunto del Jorel.

Material para Jorel

Traslado de uno de los Vickers 15’24.

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Montaje de uno de los 15’24 en la batería del Jorel.

Montaje de uno de los Vickers 15'24 en la batería del Jorel.

Ensamble de la caña del 15’24 en su cuna.

Montaje de uno de los Vickers 15'24 en la batería del Jorel.

Colocación del carapacho.

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Colocación del carapacho.

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Vista de la batería de artillería secundaria del Jorel. En ella se aprecia uno de los cañones de 15’24. Esta batería es la única de Cartagena que aun tiene montadas estas piezas.

El 10 de marzo de 1992, la batería de Jorel hace fuego por última vez realizando 8 disparos de fogueo y 32 de instrucción. En el año 1994 queda fuera de servicio.

Todo el conjunto queda protegido de los ataques de bombarderos gracias al Atalayón, una batería antiaérea construida entre los años 1926 y 1933 de arquitectura neoclásica/modernista y dotada de 4 cañones Vickers de 105/45. Fue desartillada en 1952.

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Construcción de uno de los edificios de la batería antiaérea del Atalayón.

El 1 de junio de 1977, la batería de Castillitos efectúa el último ejercicio con fuego real al mando del teniente Salvador González Pola de la Granja. En el año 1990 permanece en situación de Taponada y en 1994 queda fuera de servicio por la aplicación del Plan Norte, destinado a la modernización y racionalización de los recursos de las Fuerzas Armadas.

Actualmente, esta batería, propiedad del Ministerio de Defensa, está declarada Bien de Interés Cultural.

Recientemente, la Guía Repsol ha incluido la batería de Castillitos como uno de los 17 lugares seleccionados para ser elegidos como Mejor Rincón de España 2013. A través de un concurso en su web, podéis votar para que sea el enclave ganador.

Imagen actual del pórtico de entrada a los pozos de las piezas y a la Dirección de Tiro de Castillitos (Foto: Juan de Dios Sáez)

Imagen actual del pórtico de entrada a los pozos de las piezas y a la Dirección de Tiro de Castillitos (Foto: Juan de Dios Sáez)

Una de las piezas Vickers 38'1 (Foto: Juan de Dios Sáez)

Una de las piezas Vickers 38’1 (Foto: Juan de Dios Sáez)

Panorámica actual de la batería del Jorel (Foto: Juan de Dios Sáez)

Panorámica actual de la batería del Jorel (Foto: Juan de Dios Sáez)

Uno de los Vickers 15'24 montados en el Jorel (Foto: Juan de Dios Sáez)

Uno de los Vickers 15’24 montados en el Jorel (Foto: Juan de Dios Sáez)

Instantánea de uno de los edificios que conforman la batería antiáerea del Atalayón (Foto: Juan de Dios Sáez)

Instantánea de uno de los edificios que conforman la batería antiáerea del Atalayón (Foto: Juan de Dios Sáez)

El Castillito de Los Dolores

Creo no equivocarme si afirmo que este edificio, aún siendo una construcción notable, aportó menos al patrimonio arquitectónico de Cartagena que al desarrollo imaginativo de sus niños. Recuerdo todavía cuando alguna noche, de regreso por la carretera de Los Gabatos, vislumbraba una tenue luz en alguno de los torreones y la imaginación se me disparaba en mil elucubraciones. Por desgracia, la magia que envolvía al palacete desapareció con los años, no por mi madurez, sino por la edificación del entorno, que trasformó su bosque encantado en una moderna urbanización, encuadrándolo dentro de la ciudad para siempre.

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Siento que la historia del mítico Castillito no esté sembrada de brujas, caballeros o princesas, como debería ser, sino de una realidad bien distinta que os contaré a continuación.

El Castillito en 1989. En primer plano una de las garitas (Foto: Salvador Zamora)

El Castillito en 1989. En primer plano una de las garitas (Foto: Salvador Zamora)

En el barrio de Los Dolores, en la actual urbanización de Castillitos, se encontraba la finca de D. Pedro Conesa Calderón, uno de los comerciantes más ricos de Cartagena, poseedor de varios edificios en importantes calles de la ciudad como Santa Florentina y la Puerta de Murcia, entre ellos el desaparecido Pasaje Conesa.

En la Puerta de Murcia mandó construir para su hija, Antonia Conesa, y su yerno, Isidoro Calín, el edificio del Palacio del Marqués de Fuente Sol que también da a las calles Castellini y Conducto. Isidoro Calín era propietario de grandes extensiones de tierras desde La Aljorra hasta Los Dolores, y dueño de la conocida Torre Calín. Fruto de este matrimonio es su hija Antonia Calín Conesa.

D. Pedro Conesa encargó que se construyera en su finca de Los Dolores un rincón de juegos como regalo para su nieta Antonia, una construcción que hiciera las veces de “casa de muñecas”. Semejante excentricidad fue posible gracias a su alto estatus económico.

Antonia Calín Conesa se casó con D. José de la Figuera y Cerda, el primer Marqués de Fuente Sol que llegó a Cartagena, y estuvieron viviendo en el edificio que construyó su abuelo Pedro Conesa para sus padres en la Puerta de Murcia. «El Castillito» se utilizaba como residencia de veraneo, conociéndose a partir de entonces como el castillito del marqués.

El hijo de ambos, D. José de la Figuera y Calín, ingeniero naval, se casó con Dª María del Carmen López Casal y estuvieron viviendo, junto a sus hijos, en la finca de Castillitos hasta que éste falleció el 14 de junio de 1952 y su viuda se trasladó a Madrid.

El Castillito en 1989 (Foto: Salvador Zamora)

El Castillito en 1989 (Foto: Salvador Zamora)

El Castillito data de 1900 y fue edificado en la parte más elevada de la propiedad, dominando toda la finca. Esta obra está atribuida a Tomás Rico, arquitecto de la primera vivienda de Pedro Conesa.

Torre y buhardilla de la cara norte, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Torre y buhardilla de la cara norte, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Es un edificio muy peculiar, construido con una pintoresca fantasía premodernista. La decoración de las fachada se basa en la combinación del ladrillo rojo y la piedra artificial. La planta baja es de piedra acanalada con adornos de ladrillo; en contraste, el piso superior es de ladrillo y la piedra artificial se limita a los adornos. Los guardapolvos de ladrillo en la planta baja, las cadenas de las esquinas, las buhardillas y los temas de tipo griego que decoran los guardapolvos del piso superior, podían ser motivos identificativos de Tomás Rico. Los tejados son muy puntiagudos y le dan un aire de villa colonial. Adosadas a la planta se encuentran dos torres cilíndricas que corresponden a dos cajas de escalera. La parte superior de las torres está rodeada por un balcón de hierro y coronada por una cúpula cónica.

Fachada norte, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Fachada norte, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Detalle de la parte superior de una de las torres, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Detalle de la parte superior de una de las torres, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Los interiores estaban decorados con bellas pinturas, ricos tapices y ambientaciones de inspiración islámica en algunos rincones.

En el exterior, al sur de la vivienda, se encontraba una terraza con balaustres a la que se accedía por una escalera. Ésta estaba flanqueada por unas garitas de planta hexagonal de ladrillo, adornadas con motivos geométricos. El jardín se completaba con una serie de estatuas, fuentes y bancos recubiertos de trencadís (azulejería troceada).

Puerta interior, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Puerta interior, 1989 (Foto: Salvador Zamora)

Uno de los techos, previo a su última restauración.

Uno de los techos, previo a su última restauración.

Detalles del interior aun sin restaurar (Foto: Juan de Dios Sáez)

Detalles del interior aun sin restaurar (Foto: Juan de Dios Sáez)

Desde el interior de la torre sur del Castillito partía un túnel subterráneo que comunicaba con la vivienda, de aspecto más sencillo, situada en la margen derecha de la finca.

Obras de rehabilitación del Castillito, donde se puede ver en la zona inferior parte del túnel que accedía a la vivienda.

Obras de rehabilitación del Castillito, donde se puede ver en la zona inferior parte del túnel que accedía a la vivienda.

El 1 de marzo de 1988, Dª María del Carmen López Casal, marquesa de Fuente el Sol, viuda de D. José de la Figuera y Calín, vendió la finca a una constructora, exceptuando el Castillito, que cedió al Ayuntamiento en mayo de ese mismo año para su uso como instalación lúdica o zona verde. Fue decalarado Bien de Interés Cultural el 24 de octubre de ese mismo año. A pesar de su protección BIC sufrió un proceso de abandono, degradación y saqueo, que pasó incluso por más de un incendio.

En junio de 2000, finalizó una primera restauración del edificio realizada por la Escuela Taller de la Agencia de Empleo. En junio de 2001, la Escuela Taller Jardín Botánico el Castillito de Los Dolores acondicionó un jardín botánico con plantas autóctonas en los alrededores del palacete.

Actualmente, y tras una nueva y excelente rehabilitación, la mansión alberga un cuartel de la Policía Local.

Imagen del Castillito en la actualidad. Sede de la Policía Local.

Imagen del Castillito en la actualidad. Sede de la Policía Local.

A continuación una serie de fotografías realizadas tras la magnífica restauración, cedidas por Juan de Dios Sáez.

Exterior1

Exterior2

Exterior3

Exterior4

Vestíbulo1

Vestíbulo2

Sala del balcón

Sala de los pajaritos3

Sala de los pajaritos2

Sala de los pajaritos1

Escaleras y pasillos